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jueves, 21 de junio de 2012

Gestión del dinero o Money Management.


Segunda Parte.

En el artículo anterior les hablé sobre qué era la gestión del dinero o money management y sobre la importancia del mismo para lograr la supervivencia en los mercados financieros.

Ahora veremos cuáles son los nueve pasos a tener en cuenta para la planificación de la gestión del dinero. Empecemos.

1. Planificar de antemano las estrategias.
El primer paso que todo trader debe llevar a cabo antes de arriesgar un centavo es decidir en qué momento cerrará su posición si el mercado se mueve de forma desfavorable para él y por qué lo hará.

Resulta muy “humano” concentrarse en los aspectos positivos de las apuestas e ignorar los riesgos que se corren. Muchos traders calculan de antemano cuánto va a ganar con sus operaciones e incluso llegan a gastarse, mentalmente o en la realidad, el dinero que piensa que van a ganar. Pero no olvidemos que éste es un juego de probabilidades y en el que no existen certezas. Desde luego que se puede ganar dinero, ¡mucho dinero! Pero para ello hace falta no sólo diseñar estrategias que permitan batir al mercado, sino también concebir defensas que permitan salir “con vida” cuando las previsiones resultan equivocadas. Por esto, hace falta pensar de antemano lo que se va a hacer, por qué se va a hacer y qué se hará sí las cosas salen mal.


  1. 2. Limitar la especulación al capital máximo que se está dispuesto a perder.
Esta es una regla elemental y que no debería precisar mayor explicación, pero por desgracia, son demasiadas las personas que creen que los mercados financieros son una especie de salvavidas a donde pueden recurrir para obtener el dinero que necesitan para hacer frente a alguna contingencia inevitable.

Es obvio que esas personas arriesgan un dinero que no pueden permitirse perder, pero ¿saben una cosa? ¡Nunca da resultado! Por alguna circunstancia del mercado difícil de explicar, los traders raramente ganan si tienen que ganar. Aquellos traders que inician una operación bajo la presión de necesitar desesperadamente ganar, casi siempre pierden. Tal vez sea que en esas circunstancias los traders tienden a apalancar en exceso sus posiciones, resultando por ello demasiado vulnerables al más pequeño movimiento adverso del mercado. Tal vez se deba a que toman sus decisiones de forma improvisada y sin planificación. Puede que las personas en esas circunstancias carezcan de la necesaria claridad de ideas y serenidad de ánimo. Lo cierto es que cuando un trader arriesga un capital que no puede permitirse perder, todas las cualidades emocionales que conducen a un trader al desastre tienden a magnificarse.

Pero, entonces, ¿quién puede participar en este apasionante pero implacable juego de los mercados financieros, sólo los amantes del riesgo? ¡No; todo el mundo, con tal de que se asegure de arriesgar un capital cuya pérdida no le arrastrará a una situación desesperada! Arriesgar, especular no es malo en sí mismo. Todo gran emprendimiento ha empezado con la especulación. Se trata de medir el grado de especulación para decidir si se toma o no el riesgo.


  1. 3.    Arriesgar un porcentaje máximo del capital disponible en cada operación individual. Regla de pérdida máxima.
Todo en este juego conduce a las probabilidades. Y las leyes de la probabilidad dicen que sí uno tiene un buen sistema de trading que le permita escoger las estrategias más adecuadas en cada momento y se preserva del riesgo observando las reglas básicas de gestión de dinero, acabará acumulando un capital impresionante. Y si no, ¿por qué siempre, acaba ganando la banca en el juego de la ruleta? La banca tiene un buen sistema de juego, ya que la existencia del cero en la ruleta pone las probabilidades a su favor. ¿Abrumadoramente? No, apenas un poco más del 2,7%. Pero, a largo plazo, esto es suficiente para ganar muchísimo dinero... ¡siempre que se sigan las reglas básicas de la gestión del dinero!

¿De qué modo utiliza el casino esas reglas para asegurarse de que su sistema funcionará pese a los caprichos del azar? Prohibiendo que, como regla general, ningún jugador pueda superar un determinado límite de apuestas. ¡Esta es la forma en que se protege contra la “mala suerte”!.  Recordemos que las probabilidades hacen que, si el sistema de juego es favorable a un jugador, éste acabe acumulando un gran capital a largo plazo, es decir, cuando han transcurrido un mínimo de 30 jugadas. Pero si el jugador no pone algún medio para evitarlo puede muy bien ocurrir que nunca llegue a esas 30 jugadas porque se haya arruinado antes. Hemos visto que la banca, en nuestro anterior ejemplo, tiene unas probabilidades de ganar que son en cada operación individual, apenas superiores al 50%. Si cualquier jugador pudiese apostar una cantidad arbitrariamente grande en cada una de las jugadas, habría grandes probabilidades de que pudiese hacer saltar la banca sin que a ésta le sirviese de gran cosa el hecho de tener un sistema que funciona bien a largo plazo.

En Forex, si fuera un juego, podemos decir que solamente dos cosas pueden pasar una vez que tomemos una posición: que la cotización suba o que baje. Estamos cien por ciento seguros que la cotización cambiará. Cincuenta por ciento de probabilidades para cada lado. Aquí no existe el cero.

En los mercados ocurre exactamente igual: por bueno que sea el sistema de trading que un trader posea, nunca garantizará que este vaya a ganar en cada una de las operaciones que inicia. Como máximo será capaz de poner las probabilidades a su favor y esto será más que suficiente para hacerle inmensamente rico con tal de que se proteja contra el riesgo de perderlo todo en una sola o pocas jugadas.

El trader debe, por tanto, determinar la fracción del capital total disponible que arriesgará en cada operación. ¿Qué fracción es la correcta? Una elección obvia sería arriesgar una cantidad fija de capital, o bien un número fijo de posiciones en cada jugada.

Este sistema, que cuenta con la ventaja de su sencillez, puede ser válido en los primeras etapas de aprendizaje de un trader, siempre que la fracción de capital a exponer sea lo suficientemente bajo como para que el riesgo asumido no sea excesivo. Sin embargo, como veremos a continuación, puede no ser el sistema óptimo.


  1. 4.    Hacer la operación únicamente cuando el potencial de beneficio sea alto y el riesgo sea bajo.
Deben buscarse aquellas operaciones que tienen un gran potencial de beneficios y un riesgo relativamente bajo en comparación. Pero ¿cómo puede conocerse de antemano cuál es el riesgo de una operación? Por lo general, el trader asume el riesgo que desea asumir, pues en su mano está en cerrar la operación en cualquier momento.

El problema es que, dado el componente errático de los movimientos del mercado, una salida excesivamente rápida de una posición puede resultar un error si la causa resulta ser una oscilación menor dentro de una tendencia mayor que el trader había pronosticado correctamente. De lo que se trata, por tanto, es de buscar operaciones que, teniendo un gran potencial de beneficios requieran, por contra, sólo un movimiento relativamente pequeño del mercado en el sentido contrario al que se prevé para que pueda llegarse “razonablemente” a la conclusión de que uno estaba equivocado. A esto se le llama elegir operaciones con poco riesgo.


  1. 5.    Graduar el tamaño de las operaciones en función de las probabilidades de éxito.
Como hemos visto con anterioridad, incluso un trader que siga un sistema de trading que le permita acertar aproximadamente en la misma proporción en que se equivoca tiene una oportunidad de salir bien parado si consigue que el beneficio de las jugadas ganadoras sea mayor que la pérdida de las jugadas perdedoras. ¿Y cómo puede conseguir esto? Básicamente, graduando el tamaño de sus apuestas en función del grado de confianza que le merezca cada operación que inicia.

Si bien uno de los elementos más importantes de la gestión del dinero consiste en limitar el tamaño de cada una de las operaciones particulares que se inician hasta unos niveles lo suficientemente pequeños en relación al capital disponible, hay ocasiones en que, cuando se percibe la posibilidad de que una operación sea una gran oportunidad, puede resultar conveniente apretar un poco el acelerador e incrementar el tamaño de la apuesta. Si, una vez tomada una posición, ésta resulta parecer poco propicia, el trader puede cerrarla y aceptar una pequeña pérdida. Pero si las probabilidades parecen estar fuertemente a su favor, el trader puede mostrarse algo más agresivo e incrementar su grado de apalancamiento. Ciertamente la habilidad de detectar estas oportunidades no se desarrolla de forma instantánea, pero es una de las cualidades que diferencia a un buen trader de un trader excepcional.


  1. 6. Mantener la posición cuando el mercado se mueve a su favor, y cerrar pronto la posición cuando la evolución desfavorable del mercado le hace incurrir en pérdidas.
El trader debe concentrarse en maximizar sus ganancias, no el número de sus operaciones ganadoras.

Si el trader se apresura demasiado en cerrar sus posiciones cada vez que éstas acumulan un pequeño beneficio, tendrá una gran probabilidad de obtener muchas operaciones con ganancias, pero la suma total de éstas será pequeña. Algunos traders han estimado que hasta un 90% de los beneficios que obtienen en sus operaciones provienen de sólo un 5% de éstas. Por eso es tan importante maximizar las ganancias.

Esto se consigue de dos modos:

·         Aumentando el tamaño de la operación cuando se perciba que las probabilidades son muy favorables.
·     Manteniendo dicha posición el tiempo suficiente para aprovechar todo su potencial.

En el mercado suele decirse que hay dos formas de arruinarse: sufriendo grandes pérdidas y tomando sólo pequeños beneficios.

El trader no necesita tener razón todo el tiempo, pero debe ser capaz de sacar ventaja cuando tiene razón. Si no tiene la paciencia de mantener una buena posición hasta haber obtenido la mayor parte de potencial de beneficios de la tendencia no podrá después hacer frente a las pérdidas resultantes de las malas posiciones.

Por otra parte, resulta vital limitar rápidamente las pérdidas de las posiciones abiertas. Existe una tendencia natural en algunos traders a mantener sus posiciones perdedoras demasiado tiempo con la esperanza de que las pérdidas no crezcan y el mercado se dé la vuelta. Desarrollan una especie de “lealtad” hacia las posiciones tomadas, resistiéndose a cambiar de opinión cuando el mercado les ha demostrado que se equivocaban. Esta actitud suele verse reforzada cuando el trader se ha comprometido públicamente con su posición. Es un hecho bien comprobado en psicología que cuando una persona manifiesta en público una opinión, tiende de forma inmediata a mostrarse mucho más comprometida y convencida con dicha opinión que antes de haberla expresado en público. De alguna forma, todos necesitamos mostrarnos coherentes con nuestras propias manifestaciones frente a los demás, y nos disgusta parecer inseguros o tontos.

Pero este mecanismo psicológico puede resultar nefasto para aquellos traders que tienen predisposición a contar a los demás sus opiniones sobre lo que creen que va a hacer el mercado, y después se sienten obligados a ser coherentes con la opinión expresada. En estas circunstancias, un trader puede mantener una posición perdedora mucho más allá de lo que la realidad demuestra que es razonable, y tratará de racionalizar su actitud adoptando una visión sesgada de esa realidad que le permita seguir defendiendo su posición públicamente manifestada.

Sepa reconocer sus errores y sea impaciente con sus pérdidas. Sea paciente con sus ganancias.


  1. 7. No tomar una posición si no es capaz de fijar de antemano un límite de pérdidas “prudente”.
De todos los elementos que conforman el éxito de un trader, uno de los más importantes es el control del riesgo. Muchos traders calculan, al inicio de una operación, cuánto dinero pueden ganar. Los traders excepcionales piensan cuánto dinero pueden perder, y en función de la respuesta deciden si la operación merece la pena o no. El paso más importante a dar para gestionar eficientemente el dinero que se invierte, radica en la determinación de la pérdida máxima que se está dispuesto a soportar en cada operación individual que se inicia. La limitación de dicha pérdida, definida por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta, se puede lograr mediante la utilización de órdenes stop. El trader debe decidir cuánto debe moverse el precio en contra de sus posiciones para que deba concluirse que está en el “lado equivocado” del mercado. Esa cuantificación puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de un porcentaje fijo de pérdida máxima por operación, o bien por cualquier otro medio que escoja el trader, pero siempre debe realizarse antes de haber iniciado la estrategia. Resulta tentador ignorar el riesgo y concentrarse solamente en el beneficio que puede obtenerse, pero dicha forma de actuar sólo puede conducir al desastre.


  1. 8. Graduar progresivamente el número de contratos o lotes que se toman o se cierran en cada fase del mercado.
El trader no necesita tomar o cerrar toda su posición en el mercado de una sola vez. Puede añadir a una posición en la que está ganando, especialmente si está en las fases iniciales de una tendencia en el mercado, del mismo modo que puede cerrar progresivamente una posición en la que comienza a sentirse inseguro.

Imaginemos, por ejemplo, que un trader cree que el precio, después de varios días de fuerte subida, da la impresión de poder subir a niveles aún mucho más altas. El trader se siente tentado de tomar posiciones compradoras, pero tiene miedo de que, después de las fuertes subidas ya experimentadas, el mercado realice una corrección a la baja antes de seguir subiendo. Por otra parte, si espera a que dicha corrección se produzca para comprar, se arriesga a que, si ésta no se produce, el mercado siga subiendo y pierda definitivamente su oportunidad a pesar de haber pronosticado correctamente la tendencia.

En estas circunstancias, lo adecuado sería tomar una posición pequeña. De este modo, si el mercado inicia una corrección que está dentro de la lógica de lo anticipado por el trader, las pérdidas de éste serán lo suficientemente pequeñas como para no sentirse impulsado a deshacer su posición como fruto del pánico. Incluso, si después de realizar la corrección, el mercado comienza a mostrar de nuevo signos de fortaleza, el trader puede incrementar entonces el tamaño de la posición.

Otro ejemplo más: supongamos que un trader tiene acumulado un beneficio en unas posiciones vendedoras que mantiene en un mercado que ha experimentado una fuerte bajada. Cree que la tendencia bajista permanece intacta y aún puede dar mucho de sí, pero, por otra parte, no desea correr el riesgo de perder todo lo que lleva ganado si su juicio está equivocado. Ante esta situación puede llevar a cabo dos tipos de maniobras defensivas:

·         Situar un stop o límite de pérdidas que implicase cerrar toda la posición en cuanto el mercado subiese más de un determinado porcentaje que el trader fije. Si ese stop está demasiado cercano, podría suceder que su posición fuese cerrada como consecuencia de un movimiento poco significativo y que no implique el fin de la tendencia bajista.

·         Cerrar sólo una parte de la posición abierta. De este modo, se asegura al menos una parte de los beneficios acumulados y se mantiene la posibilidad de aumentarlos si la tendencia continúa su marcha descendente.


  1. 9.   Reducir el tamaño de las operaciones después de una gran pérdida o después de una gran ganancia.
Después de cerrar una posición con pérdidas, un trader puede tomar dos actitudes posibles: puede reducir al mínimo el tamaño de su posición en el mercado o puede, por el contrario, intentar resarcirse de forma inmediata tomando, por ejemplo, posiciones de signo contrario a aquel as que le produjeron la pérdida.

En general no es aconsejable intentar resarcirse de forma inmediata y sin un análisis detenido de la situación. Sólo si la decisión de cambiar una posición compradora por una vendedora, o al contrario, nace de un análisis objetivo que hace comprender al trader que su posición anterior estaba equivocada y que lo que creía que era un mercado alcista es, en realidad, un mercado bajista, o al revés, puede ser recomendable la toma inmediata de posiciones en el mercado. La segunda parte de la recomendación contenida en esta regla de gestión de dinero puede parecer más sorprendente. Sin embargo, reducir el nivel de las operaciones después de haber obtenido un gran beneficio puede resultar más crucial para el trader. Por alguna razón, la mayor parte de los traders suelen experimentar sus mayores pérdidas inmediatamente después de haber obtenido sus mayores beneficios.

Tal vez sea que, a menudo, a los traders les resulta difícil ver como dinero real, las ganancias que acaban de obtener o las ganancias de las posiciones todavía no cerradas. Lo cierto es que existe alguna razón psicológica que conduce a muchos traders a relajarse cada vez que tienen una racha ganadora, con lo cual incurren en pérdidas. Por ello deben extremarse las precauciones después de un gran beneficio, e incluso puede ser aconsejable reducir el tamaño de la posición en el mercado.

El exceso de confianza puede iniciar el camino de la devolución de ganancias.